Bajo un cielo amarillo y sobre un paisaje de fértil
naturaleza se halla una dama sujetando las fauces de un león. Esta dama de aspecto dulce e inocente lleva
un cinturón de rosas, sus deseos, sobre un vestido blanco, color de pureza y
limpieza. Sobre su cabeza vibra el signo del infinito, el mismo que aparece
sobre el Mago, que simboliza la mente auto-consciente, la mente creativa.
El león que ella domina representa las pasiones, las
emociones, que la dama sujeta con destreza. Sus fauces muestran tres diente (la
letra hebrea Shin), que significa diente y se relaciona con el elemento fuego. En
la melena del león se aprecian varios seises, para formar el 666 o el número de
la bestia. El es la bestia que crea y destruye, y que la dama domina con
delicadeza, usando su auto-consciencia para dar forma a sus deseos.
Ver:
Bibliografía: “Manual Práctico del Tarot” J.A. Portela –
“Los 78 Grados De Sabiduría Del Tarot I” y “Los 78 Grados De Sabiduría Del
Tarot II” Rachel Pollack – “Aprenda A Consultar El Tarot” y “El Gran Libro del
Tarot” Banzhaf Hajo – “Tarot, El Arte de Adivinar” Enrique Eskenazi – “El Gran
Libro del Tarot” Emilio Salas.
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